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LO TENGO TODO PERO NO SOY FELIZ..PORQUÉ?

Lo tienes todo o crees tenerlo todo pero no te sientes satisfecho, tranquilo y mucho menos feliz? Déjame decirte que todavía no lo tienes todo, ya que careces de lo fundamental y básico.
Muchos se han confundido creyendo que tienen que ser iguales o parecidos a esa cuenta de instagram que siguen o a esa persona que tanto admiran para lograr “ser feliz”. Se embarcan en una persecución compulsiva de cosas con las cuales identificarse para llenar un vacío emocional que llevan dentro. Se esfuerzan por conseguir posesiones, dinero, estatus o una relación especial con el objetivo de sentirse completos. Pero incluso cuando logran esas cosas, descubren que el vacío sigue ahí y que no tiene fondo. Es muy común que las personas salgan en busca de la validación de los demás.
Erich Fromm lo dijo con gran acierto: “Si no eres feliz con lo que tienes, tampoco lo serás con lo que te falta”. Ahora pones tu mente al servicio de tus comodidades y no de tus necesidades, por lo cual ya tienes una imagen de ti mismo distorsionada. No sabes lo que realmente quieres y lo que necesitas y te queda mucho tiempo para centrarte en lo que te falta y lo que va mal. Esa sensación de insatisfacción, vacío y malestar derivan de la baja autoestima generada como consecuencia de la identificación con la mente. De hecho, un estudio hecho por la universidad de Harvard, determinó que el 48% de las personas millonarias y que en apariencia parecieran tenerlo todo, no se sienten plenas y no han experimentado siquiera los destellos de la verdadera felicidad.
Resumiendo mucho, tu no tienes una identidad personal definida. Tus creencias, acciones y convicciones apuntan hacia todas las direcciones y por lo tanto no tienes una identidad definida que te permita visualizar tu misión. sin una identidad definida no serás nunca feliz con lo que tengas y no tengas.
Algunas causas de ese vacío y frustración emocional son:
• Te pones el listón condenadamente alto: está bien pensar en grande, pero poner la vara del éxito demasiado alto podría terminar en frustración y lamento.
• Estás más interesado en el otro que en ti mismo: deja de echar de menos lo que te falta y usa lo que tienes.
• Ese guión repetitivo de tu cabeza: no puedo, no tengo, no soy guapo, nadie me ayuda. blablablá! Puro autosabotaje! Es hora de eliminar esos diálogos internos tóxicos.
• Compararte con otras personas: esto te lleva a identificarte con la mente, generando resistencia y bloqueando el despliegue genuino de la vida. El resultado es sufrimiento innecesario.
Es imprescindible que cultives estos hábitos para cosechar las utilidades de la felicidad:
• Haz lo que te apasiona: con dedicación, tiempo y enfoque realiza aquello que te gusta y haces bien.
• Ayuda y entrega valor: de manera intencionada busca vidas que puedan necesitar de ti para encontrar una palabra, un abrazo, un pan, ect.