Los sentimientos de inutilidad o de sentirse inferior que los demás regularmente estriban en una muy baja autoestima y en la ausencia de amor propio.
El gran detonante es el diálogo interno ya grabado en tu cabeza, que incluye pensamientos negativos que impregnan en la mente subconsciente y condicionan la mente negativamente. Esos pensamientos como: no puedo, no sirvo para, es muy difícil, no soy guapo..blablablá..se han convertido en creencias limitantes que crearán una identidad en tu vida, y por ende, la disfunción. PURO AUTOSABOTAJE!
Si tu no crees en ti, cómo pretendes que los demás crean en ti? Somos enteramente incongruentes.
También es frecuente que ese sentimiento de inutilidad y debilidad surja debido a que te lo dan todo, eres sobreprotegido y te sientes impedido de hacer un esfuerzo más y no produces ningún beneficio o satisfacción personal. De ahí suscita la creencia de que no tienes nada para ofrecerle al mundo y tu vida está destinada a la desdicha. Eres tu mismo el que te excluyes inconscientemente de la sociedad.
Para extirpar esos complejos de inutilidad e inferioridad es imprescindible la valoración, la aceptación y el amor propios. Para lograr eso, debes actuar, hacer y atreverte a equivocarte, porque no serán errores sino experiencia acumulada. Empieza por lo sencillo, ordenar tu habitación, organi tu vestuario y limpiar tu escritorio y termina un pequeño reto. Esto te saca de la pasividad y la comodidad, así elevas tu autoestima, empoderas tu mente y agudizas tu accionar. Pragmatismo en su más genuina expresión.
Nada se consigue ni nada va a cambiar quedándote donde estás, así que apresúrate a salir de tu zona de confort, busca problemas y encuentra las soluciones.
Es hora de cambiar ese diálogo interno. No es el hecho de hablarte positivamente, sino también rehusarte a concederle tu atención a los pensamientos hostiles de tu mente.
SOLO TU PUEDES HACER ESTO, NADIE PUEDE HACERLO POR TI!
